sábado, 6 de octubre de 2007

AZUL , SILENCIO


Joder, ya tocaba pasarse por aquí, pero estoy mazo de liado y no es fácil sacar tiempo para desahogarse. Las palabras de hoy son de una forastera... Son AZUL y SILENCIO




Cuantas noches soñó y cuantas otras deseó que el verano terminase, era algo inusual desear que se acabase el verano, pero las necesidades imperaban: necesitaba una dosis de sangre nueva.

Octubre había llegado con fuerza, le ponía octubre, le gustaba octubre, octubre le hizo romper con la rutina, le hizo pensar más allá de un autobús que iba y venia a ninguna parte, le hacia sentirse algo más que una bolsa llena de calzoncillos y camisetas, le hacía sentirse algo más que un número debajo de unas barras, le permitía elevarse y soñar, y por que no, le permitía creer.

En realidad octubre le había inyectado la dosis de moral que tanto necesitaba, ultimamente se encontraba perdido, vagando por la vida como un ente, sin mas.

Pero en realidad ya sabía cómo funcionaba esto de vivir, un día estás arriba tocando el cielo, y otro estás en una fosa y un tío que no conoces te tira tierra encima con una pala para mantenerte callado. Así funcionaba todo.

Su vida pasaba desde el AZUL del cielo, de unos ojos, del mar... hasta el gris con lunares de una tarde de lluvia, de un recuerdo de los que duelen, de un tachón o de la sonrisa forzada de quien creías que era de los tuyos.

Prefería las cosas azules, si, realmente lo azul le llamaba la atención, le concentraba, no le aburría, podría mirarlo horas, minutos, o simplemente un segundo, pero le permitiría recordarlo e inspirarle.

Lo gris...en realidad también lo necesitaba, si no existiese ese gris, sin tapujos: sería un coñazo, pero un coñazo auténtico; no todo puede ser bonito. Lo gris le hundía, le rayaba, le obligaba a pensar, le deprimía, pero también le despertaba el instinto de superación que llevaba dentro, le hacia pelear, le motivaba, le obligaba a superar...

La vida seria algo así como lo que sale al mezclar en una paleta esos dos colores: una mezcla uniforme de un color no definido que no inspiraba confianza, pero que habías cogido aprecio. Y le había cogido aprecio porque ese era su color. En la paleta del compadre de al lado esa mancha no tenía el mismo brillo, ni el mismo tacto, ni siquiera era del mismo tamaño. Era su mancha. Era su vida.

La pelea de colores gris/azul solía llevarla en SILENCIO, si. Los momentos grises se resevaba, se dedicaba a encontrar por qués, se dedicaba a trazar boikots. Las situaciones azules contemplaba, se relajaba, no pensaba, se limitaba a calmarse, a disfrutar del encanto del acontecimiento...

Al fin y al cabo su vida sería una mancha, su vidasería un silencio, sólo destrozado por el frescor unos acordes, el calor de unas risas y el ritmo una melodía.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

gris...nublado...indefinido, ni blanco ni negro, igual a estar perdido confundido...
esto es la causa de lo nuevo, la causa de algo desconocido, que te desorienta hasta llegar al momento de no saber que hacer, dejar simplemente pasar el tiempo...dejar atrás el silencio, hasta romperlo, hasta crear la melodía de la claridad.

joer Javi...me he quedado, completamente muda, en SILENCIO...


muy bonito..............

besos de la FORASTERA

laTIA dijo...

tengo gafas de colores y la gente cree que las combino con la ropa (tal vez por eso algunos creen que soy pija)...pero no... solo intento ser fuerte y según la mancha??? el resultado siempre es rosa...bueno vale no siempre lo consigo... pero inténtalo vale????.

un beso.