viernes, 26 de octubre de 2007

JUGADO , BIEN


Palabras de un tipejo con rastas que...que le debo una.





Definitivamente su vida no era azul, definitivamente la historia se repetía una y otra vez : definitivamente no sabía ganar.

Alguien le había robado esa pizca de suerte que todos creen conocer y de la que todos han oído hablar, pero él no había tenido el placer de charlar gustosamente con tan importante compañía.

Cuando estuvo harto de soñar con condón se lo quitó y en lo que tardó en darse cuenta, se encontraba de nuevo de bruces con la realidad.

Era como tener un "dejabu" de esos, crees que lo has vivido antes...pero esta vez no era un "dejabu"; directamente lo había vivido antes.

La vida no era una carrera de velocidad, era una carrera de resistencia. Era un tramo curiosamente largo, con innumerables dificultades, con las mismas piedras en el camino, los mismos golpes en los mismos sitios, la misma mirada perdida, el mismo sentimiento de asco a uno mismo, las mismas ganas de abandonar la competición, las mismas ganas de llorar...

No sabía muy BIEN por qué, después de todo, seguía corriendo.

Quizás era la curiosidad de saber qué había al final, quizás era la esperanza de que en algún momento el camino volviese a ser liso, quizás eran sus ganas de ganar alguna vez o simplemente era el instinto lo que le impulsaba a tirar para alante.

Porque realmente tenía fe. No sabía en qué, pero la tenia. No se trataba de ningún ente extraño venerado por la masa, se trataba de la suerte. Realmente creía en la suerte, y esperaba poder tenerla en su equipo alguna baza.

Siempre se levantaba. Alguna vez le llevó más tiempo del debido, pero lo hacía. Ya no eran las ganas lo que le levantaban, era su orgullo. Un orgullo capaz de ganar un partido mal JUGADO, un orgullo capaz de hacerle correr solo, sin ayuda, un orgullo que, a fin de cuentas era lo que le agarraba a esa carrera, un orgullo que cuando lo mentaba en público prefería llamarlo "por mis cojones", ese orgullo que tanto odiaba le hidrataba en su carrera.

La cuestión era perder el menor tiempo posible, a su ritmo, pero no pararse.

Y a veces quería llorar, pero no lloraba porque sus lágrimas ahogarían sus sueños, que a pesar de todo, era lo único que tenía.

...y asi sucesivamente...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

aunke cansado, levantate dando puñetazos al aire para tumbar a kien t aya derribado, y si no ay nadie, k tus golpes retumben contra el suelo para acert sentir, para acerles ver k no estas undido k siges en pie.recuerda:"no vine aki para acer amigos pero sabes k siempre podras contar cnmigo".BUENA CARA KE ESO ES LO K JODE!!!!!

Anónimo dijo...

"Y a veces quería llorar, pero no lloraba porque sus lágrimas ahogarían sus sueños, que a pesar de todo, era lo único que tenía."

Gran párrafo! "...sus lagrimas ahogarían sus sueños..." lo cual no permitiría porque era su esperanza e ilusión para continuar y seguir en esa carrera de resistencia que era la vida.

Como siempre no defraudas, Javi. Me alegro de que mantengas esto.
Vuelvo a dejarme caer por aquí;) Ya pasaré de vez en cuando.

un saludo